Viví la cuarentena en San Francisco y Kioto por casi un mes en total, desde mediados de marzo de 2020 hasta hoy. Resumiré acá cómo pasé este mes de cuarentena en estos dos países, Estados Unidos y Japón.
Mi plan inicial era renunciar a mi trabajo y viajar por toda Europa por dos o tres meses, pero la emergencia por COVID-19 se extendió a Europa rápidamente, por lo que tuve que cancelar este viaje y pasar un par de semanas en mi casa en Japón, luego de renunciar a mi trabajo.
Aunque el período de cuarentena que el Ministerio de Salud de Japón indicó ya había pasado, intenté estar en casa el mayor tiempo posible y tomé otras medidas para aumentar el distanciamiento social, como por ejemplo, evitar a la gente cuando caminaba afuera e ir de compras sólo cuando lo necesité.
San Francisco
Febrero: la epidemia en Diamond Princess
Una historia que involucraba a Japón circuló casi a diario en las noticias; un barco de pasajeros llamado Diamond Princess partió de Yokohama transportando gente infectada de COVID-19. La pandemia parecía propagarse indiscriminadamente en el barco, debido a la falta de control y al rechazo a los consejos de especialistas.
Apparently his tweet was deleted, but I am glad now he is aware that the problem existed. I appreciate your help and understanding Mr. Hashimoto. No distinction between clean and dirty. Very dangerous and scary. pic.twitter.com/OfZSmifxsk
— 岩田健太郎 Kentaro Iwata (@georgebest1969) February 20, 2020
Honestamente, estando en San Francisco todo parecía lejano y pensé que todo eso sucediendo allá, era problema de otra gente, no imaginé que la epidemia de COVID-19 se propagaría por todo el mundo haciendo que muchos gobiernos proclamaran el estado de emergencia y obligando a mucha gente a estar en cuarentena por un largo tiempo. Un ex-colega fue a Nueva York por un viaje de trabajo en febrero y estando allá la compañía empezó a repartir mascarillas entre los empleados. Mi ex colega regresó a San Francisco y nos dio tres mascarillas por persona.
10 de marzo: El teletrabajo empezó.
La compañía donde trabajé indicó a los trabajadores que debían empezar a trabajar desde casa. Esto me permitió no tener que ir a la oficina desde el inicio de esta semana hasta cuando renuncie a mi trabajo; y también me evitó tener que salir de la casa constantemente, excepto para abastecerme y suplir mis necesidades primarias. Hasta hoy se han confirmado casos de pacientes infectados en el área de la Bahía. Además, Grand Princess, que es un barco hermano de Diamond Princess había llegado al área de la Bahía. Estos dos temas fueron recurrentes en las noticias.
14 de marzo: renunciar al viaje a Europa.
La epidemia europea de COVID-19 ya se propagó en Europa, especialmente en Italia. Fue entonces cuando acepté que hacer mi viaje a Europa en abril sería muy difícil. Cancelé mi vuelo desde Miami a Lisboa el primero de abril. A cambio de eso, reservé un vuelo desde San Francisco a Osaka vía Honolulu al 31 de marzo. Estuve muy triste por tener que renunciar al plan que había esperado con impaciencia por seis meses. Por cierto, uno de mis hobbies es pescar y también había esperado poder ir a pescar pez pavón en Miami.
17 de marzo: la cuarentena empieza.
El gobierno de San Francisco proclamó una orden de cuarentena a trabajadores no esenciales. Definieron el concepto de trabajadores esenciales como aquellos que prestan un servicio esencial para mantener la vida diaria básica. Por ejemplo, personal médicos, empleados de los supermercados, agentes de transporte, etcétera. Trabajadores no esenciales debían iniciar su cuarentena.
San Francisco Issues New Public Health Order Requiring Residents Stay at Home Except for Essential Needs - https://t.co/IaEDaonGSo
— Mayor London Breed's Press Office (@MyrPressOffice) March 16, 2020
Mi compra de necesidades primarias fue accidentalmente al mismo día que la orden fue proclamada. Fui a un supermercado que se llama Whole Foods cerca de mi casa. Cuando llegué, no había nada en los estantes. (El almacén fue re abastecido al día siguiente).
In a Whole Foods. pic.twitter.com/0w0XuuMR5C
— Kenzan Hase (@kenzan8000) March 17, 2020
Ciudadanos de San Francisco siguieron estrictamente la orden de distanciamiento social. Por ejemplo, los clientes mantuvieron un espacio de dos o tres metros mientras esperaban en la línea enfrente del edificio de Whole Foods. El empleado del supermercado se puso la mascarilla y los guantes y contó cuántas personas hacían fila a la entrada del edificio haciendo seguir a los clientes cuando alguien terminara la compra y salía del supermercado, no sin antes desinfectar las manijas de la cesta y el carro de compras. La actitud organizada evidenció que las personas entendían la orden del gobierno y de la compañía.
24 de marzo: las condiciones de entrada a Japón desde Estados Unidos cambian.
La epidemia de COVID-19 se propagó rápidamente en Estados Unidos, especialmente en Nueva York. Supuse que las condiciones de entrada desde Estados Unidos a Japón podrían cambiar, con la situación tan inestable de la pandemia. Cada día revisaba la información oficial de COVID-19 del gobierno estadounidense y el gobierno japonés, los aeropuertos, y de la aerolínea. Finalmente, se agregó una condición nueva al sitio de web del Aeropuerto Internacional de Kansai el 24 de marzo. Si entras a Japón desde Estados Unidos después el 28 de marzo, debes seguir los siguientes lineamientos:
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No puedes usar transporte público.
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Debes alojarte en el hotel o el lugar que el Ministerio Japonés de Salud te indica y debes permaneces allá por dos semanas.
Para cumplir la primera condición, puedes pedirle a un amigo o familias que te recojan en el aeropuerto y te lleven “al lugar”. (Por cierto, ¿Cómo rentas un carro en una situación en la que se te recomienda no acercarte a otras personas? Y ¿Qué pasa si no tienes licencia de conducir? Yo, de hecho no la tengo.)
Por la condición dos, si te alojas en un hotel, deberás pagarlo tú mismo.
Como no entendía qué se referían con “el lugar”, llamé y pregunté al personal del aeropuerto sobre. La mujer que me atendió me dijo que me dirigiera al sitio de web del Ministerio de Salud de Japón. Ahí especificaban que “el lugar” incluía la casa, por lo que le pedí a mi familia que me recogiera en el aeropuerto y me llevara a la casa.
26 de marzo: el vuelo reservado a Japón fue cancelado.
Revisé la reservación en el sitio de la como siempre. De repente, mi reservación ya no estaba en la página. Al llamar a hacer la reclamación, el operador me dijo que recibiría la notificación de la cancelación si había reservado el vuelo directamente, pero como en mi caso lo reservé vía un agente, necesitaría llamarlo para obtener el reembolso. Honestamente me enojé un poco porque ni la aerolínea ni el agente me notificaron de los cambios, pero no tenía otra opción que llamar, y eso hice. El agente me ofreció dos opciones.
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Reservar una fecha diferente para el boleto.
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Reembolso del dinero.
Me recomendó que seleccionara la primera opción pero ante el gran rango de incertidumbre, me decidí por cancelar el vuelo y obtener el reembolso inmediato. Reservé otro boleto desde San Francisco a Osaka vía Los Ángeles para el 30 de marzo. Le conté a mi familia nueva fecha del vuelo y evité comprar un vuelo con conexiones, vía Tokio por si existiera la posibilidad de que no me aceptaran en el vuelo de Tokio a Osaka. Quizá tendría que quedarme en un hotel en Tokio y pagar la estancia por dos semanas. (Sin ninguna garantía de poderlo reservar)
29 de marzo: un día antes del vuelo para Japón

Un día antes del vuelo, mi compañero de apartamento en San Francisco y yo caminábamos por Dolores Park, el parque más cercano a nuestra casa. Fue nuestra primera caminata en tres semanas (a parte de las que tomábamos para ir al supermercado). Mis piernas se sintieron un poco pesadas. El parque es uno de los lugares más populares y visitados, donde en un día normal no podrías ver el césped.
30 de marzo: el día del vuelo


Me puse la mascarilla que mi ex colega me día. Mi compañero de apartamento me llevó hasta el Aeropuerto Internacional de San Francisco, que, por demás, estaba casi vacío. El vuelo era un vuelo de compartido de American Airlines y JAL. El vuelo desde San Francisco a Los Ángeles era operado de American Airlines y el otro, desde Los Ángeles a Osaka estuvo operado por JAL. El vuelo operado por American Airlines estaba casi vacío, el de JAL, por el contrario, voló casi lleno.


Kioto
31 de marzo: regreso a casa en Kioto
Llegué al Aeropuerto Internacional de Kansai donde mi familia me recogió y me llevó a casa. Me sentí feliz y tranquilo al poder estar de regreso. En inmigración en el aeropuerto, nadie siguió las recomendaciones de distanciamiento social, esperaron en la línea bastante cerca los unos de los otros. Firmé un papel en el que me comprometía a estar en cuarentena por dos semanas. En ese mismo papel te ofrecían las opciones de marcar si venías de Europa, pero la opción de venir de Estados Unidos no existía. Le comenté a la asistente de Migración que, antes de salir de Estados Unidos, había leído en un sitio web oficial que a la entrada a Japón se debía reportar si venías desde Estados Unidos después del 28 de marzo de 2020, pero me contestó que, al no existir la opción en el formato, no debía llenarlo, sin embargo y por precaución, decidí escribir a un lado de la forma que venía desde Estados Unidos.
15 de abril: el periodo de cuarentena terminó.
Estuve en cuarentena en mi casa en Kioto por dos semanas y seguiré quedándome en casa lo más que pueda excepto cuando tenga que salir de compras para abastecerme con lo necesario. El Tamago Kake Gohan es muy rico. (Es un plato típico japonés en el que pones un huevo crudo sobre arroz blanco.)

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